Cae la noche y los parroquianos se sientan emparejados en los confortables sillones que se encuentran en el fondo del bar. Se toman un cocktail. Me piden, quizá, otro, y ellos pasan el brazo por el cuello de su pareja y las besan. Quizá sea gracias al cocktail, o quizá no, pero la noche se calienta poco a poco.
Si hemos de hablar de cocktails afrodisíacos, hemos de hablar de Kaipiroska. Y no me malinterpreten, mis queridos amigos, no creo que existan fórmulas mágicas para llegar al amor. Sólo que la buena compañía, aderezada con una bebida como la que hoy os proponemos, es algo que seduce a cualquiera. Y si no me creen, prueben:
- Vodka
- Limón
- Azúcar
- Zumo de piña
- Hielo picado
Un consejo. Puede que un cocktail o dos nos animen y nos preparen para el amor, pero como nos pasemos nos destrozarán la noche. Como casi todo en la vida, lo más importante es la moderación.
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